sábado, 11 de abril de 2015

BENEFICIOS Y ALCANCES


¿Cuáles son los alcances y beneficios del juego sensomotor en la práctica psicomotriz?
A través del juego sensoriomotor podemos lograr que el niño alcance el primer nivel de expresividad motriz que se correponden con las sensaciones internas del cuerpo, especialmente el equilibrio. También  conseguimos que el niño desarrolle su habilidad de trepar y se sienta reconocido. Además, favorece los deslizamientos, la iniciación en el salto (poco a poco va venciendo sus miedos), el equilibrio, el contacto corporal, giros, arrastres lentos y rápidos.
También  estimulan las sensaciones propioceptivas, haciendo que el niño se sienta seguro y le ayuda a reconocerse y a abrirse al conocimiento del espacio. Y trabajan con juegos de objetivo presimbólico (aparecer y desaparecer) y también juegos de persecución  (implica la capacidad de descentración).
Por otra parte, el juego sensomotor también nos ayuda a introducirnos en el juego simbólico, que interviene en la elaboración  de imágenes de identidad y permanencia del sujeto y después del objeto.
Este juego también nos ayuda en la unión y separación  o independencia del adulto. Son capaces de descubrir sus dificultades para cambiar de roles y las vivencias más  inconscientes unidas al placer y culpabilidad en la unión y separación  del adulto.
También desarrollan las habilidades de empujar y destruir, cosa que hace que el niño consiga dominar su entorno  y lo pueda modificar con su acción (imprescindible para la consecución de la identidad y seguridad del niño).

¿Cuáles son los alcances y beneficios del juego simbólico en la práctica  psicomotriz?
El juego simbólico ayuda al niño a ponerse en el lugar del otro, desarrollar personajes y suspender propiedades reales de los objetos para imaginar otras posibilidades de utilización en el juego.
También nos ayuda a realizar escenas  sin el apoyo de los juguetes.
Desarrollan la capacidad de imaginar y desarrollar diferentes juegos con el material que se propone. Además de aprender a trabajar en grupo y construir espacios cerrados que les den seguridad y otros abiertos para compartir.
Son capaces de buscar contactos sensuales y afectivos y hacer intercambios a distancia.
Además les ayudan a afianzar la coordinación óculo-manual, que es básica para aprender la lectoescritura. También aprender a controlar sus movimientos y a adoptar diferentes roles, actuando de manera dinámica.
Son capaces de evocar situaciones de su realidad cotidiana. Les ayuda a secuenciar y ordenar sus vivencias y expresarlas mediante  el juego.

Se establecen relaciones de complicidad y afectividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario